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El SERIDA, uno de los principales socios en el proyecto LIFE SilFore. Villaviciosa, 28 de noviembre de 2022.

Se trata de un proyecto aumentar la resiliencia de los sistemas agroforestales y combatir así los efectos del cambio climático

El cambio climático ya es una realidad. En Europa está provocando efectos adversos en sus bosques, con una tendencia al alza en el número de incendios forestales: en el año 2021 se vieron afectadas 500.566 hectáreas, según el reciente informe publicado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea. Los países mediterráneos, incluido España, son los que representan más peligro.

En este contexto surge LIFE Silfore, un proyecto que pretende buscar soluciones para incrementar la resiliencia de los sistemas agroforestales atlánticos y subatlánticos, que serán claves para enfrentarse a desafíos tan importantes como el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad o la escasez de agua en determinadas regiones. Se trabajará con estrategias basadas en el uso multifuncional del territorio, recuperando o mejorando la gestión ganadera asociada a los bosques, disminuyendo el riesgo de los incendios a través del control de la vegetación inflamable, aumentando la biodiversidad y garantizando la aportación de más y mejores servicios ecosistémicos como la protección del suelo, la lucha contra las plagas forestales o la generación de productos (especialmente alimentos) de valor añadido.

A través de una batería de iniciativas adaptadas al contexto ambiental y socioeconómico local se favorecerá el desarrollo de la economía rural, ya que, mediante los modelos silvopastorales propuestos, se combinará en una misma superficie la producción forestal y ganadera, aumentando así su rentabilidad y resiliencia frente al futuro incierto.

Esta iniciativa está liderada por el centro tecnológico NEIKER, si bien el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario del Principado de Asturias (SERIDA) tiene un papel clave en la ejecución del proyecto como componente del consorcio del que también forman parte el Instituto Politécnico de Bragança (IPB, Portugal), la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (AGACAL) y la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Además, se cuenta con el compromiso y la colaboración de representantes de administraciones públicas; propietarios, técnicos y gestores de masas forestales; ganaderos; docentes; así como otros usuarios del territorio, como, por ejemplo, apicultores.

El proyecto LIFE Silfore, que se ha iniciado el 1 de septiembre y durará hasta el año 2027, cuenta con un presupuesto total de 2.599.081,36 €, y está alineado tanto con los objetivos generales del programa LIFE como con las prioridades del subprograma LIFE de Acción por el Clima.

El papel del SERIDA

LIFE Silfore agrupa una red de demostradores en cuatro regiones que abarcan 92,4 hectáreas en Galicia, Portugal, Asturias y el País Vasco. Concretamente, en Asturias, el SERIDA trabajará en la estación experimental de “El Carbayal”, en Illano, y en una finca colaboradora de la localidad de Villacondide, en Coaña. El equipo que va a llevar a cabo esta iniciativa está compuesto por Marta Ciordia, investigadora del Programa Forestal; Ana J. González, responsable del programa de Fitopatología Vegetal; Rafael Celaya, investigador del Área de Sistemas de Producción Animal; y Rocío Rosa, investigadora del Área de Nutrición, Pastos y Forrajes.

En las dos fincas DEMOs del SERIDA se trabajará con razas ganaderas autóctonas asturianas. En Villacondide se llevará a cabo un modelo de gestión silvopastoral con Gochu Asturcelta en monte bajo de castaño y parcelas agrícolas, con actuaciones adicionales para potenciar el uso múltiple del monte y favorecer una economía circular. En Illano el modelo será con cabra bermeya en una zona de matorral de brezal-tojal, de cara a evaluar la incidencia del manejo ganadero como complemento en la repoblación forestal en monte marginal. Todo ello se complementará con jornadas de transferencia, buscando, en sinergia con todas las acciones del proyecto, alcanzar los siguientes objetivos:

• Fomentar la biodiversidad.
• Proveer más y mejores servicios ecosistémicos, es decir, aquellas acciones de la naturaleza que tienen un impacto positivo en la actividad humana o en el bienestar.
• Disminuir el riesgo de incendios forestales.
• Favorecer la resistencia de los árboles frente a plagas y enfermedades.
• Potenciar el valor de los recursos fito y zoogenéticos locales.
• Potenciar la autonomía alimentaria de las explotaciones y la generación de productos de calidad diferenciada, favoreciendo así el desarrollo socio-económico local.

En Villaviciosa, 28 de noviembre de 2022.

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