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Los científicos comunitarios aseguran que la EEB no presenta riesgo para la leche aunque no habría que consumir la de vacas enfermas
El Comité Científico Director de la Unión Europea ha vuelto a reconfirmar que no hay evidencia de riesgo de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) ni en la leche ni en el calostro, pero recomienda que por razones de precaución, no se consuman productos lácteos de leche procedente de animales con síntomas clínicos de EEB. Hay que tener en cuenta que las vacas afectadas se sacrifican, así como todos los animales presentes en la explotación, con lo que se asegura que la leche de una vaca afectada no va a consumo humano.
Asimismo, el Comité ha considerado injustificada la prohibición establecida por Austria, por la EEB, a la importación de bovinos vivos y productos del vacuno procedentes de Alemania y Francia.
En relación con la aparición de un segundo caso de Encefalopatía en el Reino Unido, de un animal nacido después del 1 de agosto de 1996, fecha en la que se reforzaron las medidas de control de prohibición de las harinas de carne y hueso, los científicos comunitarios consideran que podría tener su origen en la transmisión maternal. En este sentido, son de la opinión de que hay que incrementar la investigación en los descendientes de animales enfermos con EEB.
Asimismo, el mencionado Comité ha adoptado dos recomendaciones. Una
referida a un nuevo proceso para el tratamiento de los materiales de riesgo
(MER), basado en hidrólisis alcalina a altas temperaturas. En la otra,
se reafirma en su opinión de que la lista MER en ovinos y caprinos no
debe incrementarse hasta que la EEB no sea detectada en campo en dichas especies.