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Memoria SERIDA 2012

Resultado Proyecto

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Defensa fitosanitaria en manzano frente a dos problemas de intensidad creciente: los roedores y la fitoplasmosis

Referencia: PC2010-52. Organismo financiador: Consejería Educación y Ciencia Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación Proyecto cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo. Importe: 111.002 €. Duración: 2011-2012.

Equipo investigador

Marcos Miñarro Prado. SERIDA
Enrique Dapena de la Fuente. SERIDA
Mª Dolores Blázquez Noguero. SERIDA
Rocío Rosa García. SERIDA
Aitor Somoano García. FPI-INIA (Becario)
Aránzazu Moreno Lozano. Centro de Ciencias Medioambientales-CSIC
Investigadora colaboradora
Ana González SERIDA

Entidad Colaboradora

Caja Rural, Coordinadora Asturiana de Agricultura Ecológica (CADAE), Asociación Asturiana de Cosecheros de Manzana (AACOMASI)

Resultados y conclusiones

Resultados

El cultivo del manzano en Asturias se ve amenazado en los últimos años por dos problemas fitosanitarios cada vez más importantes: los roedores, que roen las raíces y el cuello del árbol matando el árbol o causando daños severos, y la fitoplasmosis, cuyos síntomas se ven cada vez con más frecuencia en la región. Con el fin último de avanzar en la solución de estos dos problemas fitosanitarios graves el proyecto tuvo dos objetivos:

• Emprender un estudio multidisciplinar e integrado sobre los roedores que habitan las plantaciones de manzano, para entender el funcionamiento de estas especies en su medio y establecer estrategias de control sostenibles.
• Mejorar el conocimiento sobre la fitoplasmosis del manzano como base para valorar su incidencia, así como la necesidad y las posibilidades de control de la misma.

Durante los dos años de duración del proyecto se realizaron muestreos mensuales en plantaciones de manzano con el objetivo de identificar los roedores que las habitan y que pueden ser dañinos para el cultivo. Se capturaron un total de 1869 micromamíferos, entre los que destacaron por su abundancia las dos especies perjudiciales: la rata topo (Arvicola terrestris; 45,6 % de las capturas) y el topillo lusitano (Microtus lusitanicus; 41,6 %). También se capturaron topos ibéricos (Talpa occidentalis; 5,9 %), distintas especies de musarañas y otros roedores, aunque ya en número reducido. Un segundo objetivo de este muestreo era la captura de individuos de rata topo y topillo lusitano (en adelante, topillo) para determinar su ciclo vital y su potencial reproductor en nuestras condiciones. Estos ejemplares están siendo estudiados por lo que aún no se pueden presentar resultados, pero un mejor conocimiento de la biología de estas especies perjudiciales ayudará en el establecimiento de estrategias de manejo eficientes para reducir los daños en el cultivo.

Para realizar un buen manejo de las poblaciones de estos roedores dañinos se requiere identificar su presencia y estimar su abundancia. Sin embargo, tanto la rata topo como el topillo son especies de actividad eminentemente subterránea, y muy difíciles, por tanto, de observar y contar directamente. Para superar esta limitación, se realizó un estudio con el objetivo de desarrollar un método para estimar la densidad de estas dos especies dañinas basado en los indicios de actividad que dejan en superficie: montones de tierra (topineras) en el caso de la rata topo y agujeros abiertos en el suelo en el caso del topillo. Como el topo también deja montones de tierra en la superficie como resultado de su actividad excavadora, hubo que determinar previamente las diferencias entre los montones de tierra que deja éste y los que deja la rata topo, con quien vive en simpatría. Los resultados mostraron que los indicios de actividad pueden ser utilizados para discriminar la existencia de estas dos especies. Las características más interesantes (por significativas y prácticas) para diferenciar sus indicios fueron el patrón de distribución lineal de los montículos, la aparición de terrones en las toperas y la presencia de "caminos de tierra", todos ellos típicos de los topos (Tabla 1). Además, las galerías de rata topo son más anchas y se encuentran a mayor profundidad, aunque verificar este criterio no es tan práctico porque implica tener que desenterrar la galería. Por otra parte, los altos coeficientes de correlación entre las capturas obtenidas y la presencia de signos de actividad para las dos especies de roedores revelaron que es posible estimar su densidad mediante el uso de signos de actividad. Además, se confirmó que las tres especies de mamíferos (rata topo, topillo y topo) conviven con frecuencia en las mismas plantaciones, y, en el caso del topo y el topillo, en las mismas galerías.

Una opción para controlar la abundancia de estos roedores es el empleo de trampas. Aunque en el caso de la rata topo se emplean tradicionalmente trampas de pinza, existen actualmente en el mercado dos trampas cilíndricas (Topcat y Supercat) que también resultan muy eficaces y que, en comparación con las pinzas, amplían el rango de individuos capturables también a los más jóvenes. Para el caso del topillo lusitano no se venían empleando trampas. Se ha probado la eficacia de las dos trampas cilíndricas, colocadas con y sin cebo (un trozo de manzana) y ubicando la trampa en la galería o en el agujero de entrada a esta. Los resultados mostraron que Topcat es más eficaz que Supercat y que las trampas cebadas capturan más individuos. No hubo, sin embargo, diferencias debidas a la ubicación de las trampas.

Tabla 1. Características que permiten diferenciar las toperas de rata topo de las de topo.

Característica
 

Rata topo Topo
 Distribución de las toperas  No lineal
 
 Lineal
 
 Caminos de tierra  Ausentes
 
 Presentes
 
 Terrones en las toperas  Infrecuentes
 
 Muy frecuentes
 
 Diámetro de la galería  Mayor (4,9 cm de media)
 
 Menor (3,6 cm de media)
 
 Profundidad de la galería  Mayor (11,1 cm de media)
 
 Menor (8,1 cm de media)

 
En lo que se refiere al fitoplasma Candidatus Phytoplasma mali, causante de la fitoplasmosis o hiperproliferación del manzano (Figura 1), se puso a punto la técnica de detección molecular del fitoplasma con la colaboración del Laboratorio de Fitopatología del SERIDA, y se recogieron mensualmente muestras de raíz y de brotes sintomáticos y asintomáticos para determinar el mejor periodo de detección molecular de la enfermedad en el campo, pues se sabe que el fitoplasma no siempre está presente en la copa de los árboles. El fitoplasma fue detectado en las muestras de raíz durante todo el año, mientras que en los brotes se localizó preferentemente en invierno y al inicio y final del ciclo vegetativo, estando ausente en verano. Según los resultados, marzo es el mejor mes para realizar los muestreos en la parte aérea del manzano. Las observaciones durante el desarrollo del proyecto sugieren que el fitoplasma está ampliamente extendido en la región.

De manera natural el fitoplasma es transmitido por insectos vectores, en su mayoría hemípteros de la familia Psyllidae, aunque en Asturias no se sabe quién es el vector ni se sabía si los vectores conocidos estaban presentes. Durante dos años se realizó un muestreo semanal en cinco plantaciones para identificar los candidatos a vectores en la región. Se recogieron 3.674 ejemplares, entre los que estaban, aunque con escasa presencia, las dos especies que son vectores en otros países: Cacopsylla picta (2,0 %) y Cacopsylla melanoneura (1,6 %). La especie más abundante fue, curiosamente, una plaga del eucalipto, Ctenarytaina spatulata (59,7 %), y la segunda, una especie típica del manzano que en otros países porta el fitoplasma aunque no lo transmite (Cacopsylla mali; 19,4 %). En la actualidad se está colaborando con el Grupo de Insectos Vectores de Enfermedades del CCMA del CSIC para determinar molecularmente la presencia del fitoplasma en los insectos capturados. Resultados iniciales muestran que varias especies portan el fitoplasma, y son por tanto candidatas a ser los vectores que están diseminando la enfermedad por nuestra región.

 
 

Figura 1. Escobas de bruja o proliferaciones causadas por el fitoplasma.

 

 

 

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