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Conducta de pastoreo y respuestas productivas del vacuno y equino cuando son manejados en brezales con diferente disponibilidad de superficie de pradera, e impacto en la flora y fauna

Referencia: RTA2010-00136-00-00. Organismo financiador: Ministerio de Ciencia e Innovación, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, Cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Importe: 121.200 €. Duración: 2010-2013.

Equipo investigador

Koldo Osoro Otaduy. SERIDA
Urcesino García Prieto. SERIDA
Rocío Rosa García. SERIDA
Luis Miguel Mendes Ferreira. Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro (Portugal)
Miguel A. Machado Rodrigues. Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro (Portugal)
Carlos López López. INIA (becario)

Resultados y conclusiones

El objetivo del proyecto es conocer y valorar las respuestas del ganado vacuno y equino según el estado fisiológico (en lactación o sin cría) cuando son manejados en matorrales de brezal-tojal con distinto porcentaje de superficie de pasto mejorado (0%, 25% ó 80%).

Vegetación de matorral (0% de pasto mejorado)

Esta situación se estudió en dos parcelas cuya vegetación se había quemado dos años antes y presentaban un matorral dominado por carqueixa. La estación de pastoreo fue muy corta (solo dos meses), debido a que el estado y condición corporal de los animales hizo aconsejable su retirada de las parcelas. Las vacas perdieron más peso que las yeguas, sobre todo en el caso de las lactantes, donde estas pérdidas llegaron a ser superiores a los 2 kg/día. Las ganancias de las crías fueron aceptables (600 g/día), debido a la corta duración del pastoreo, siendo ligeramente mayores en los terneros que en los potros, y un poco menores que las obtenidas en la misma época en el brezal antes de quemarse.

Vegetación de matorral con 25% de pasto mejorado

En esta situación, las yeguas pastaron durante más tiempo que las vacas. En junio no hubo diferencias entre vacas y yeguas en el tiempo empleado en el pastoreo sobre los distintas comunidades vegetales, pastando ambas especies alrededor de un 95% en los pastos herbáceos y un 5% en los arbustivos. Sin embargo, en los controles de agosto y septiembre las vacas utilizaron proporcionalmente más las comunidades de matorral que las yeguas (28% frente a 11%). La conducta de pastoreo de las crías fue muy similar a la de sus madres, aunque los tiempos totales de pastoreo eran menores.
Los rendimientos de las madres en esta situación se caracterizaron por una gran variabilidad entre los dos años estudiados, debido en parte a los distintos pesos y época de parto al inicio del pastoreo. En el pastoreo de primavera, las vacas tendieron a ganar más peso que las yeguas, mientras que en el verano no hubo diferencias en el global de los dos años, y en el otoño las vacas perdieron más peso que las yeguas. Para el global de la estación de pastoreo, no hubo diferencias entre vacas y yeguas promediando los dos años, presentando unas ganancias medias de unos 200 g/día.
Las ganancias de peso de las crías resultaron mayores en los terneros que en los potros (836 vs. 698 g/día), debido sobre todo a las mayores ganancias de los terneros en el verano.

Vegetación con 80% de pasto mejorado

En la situación de mayor disponibilidad de pasto mejorado, tanto las vacas como las yeguas seleccionaron preferentemente las herbáceas del pasto mejorado, rechazando los componentes leñosos menos nutritivos del matorral. No se observaron diferencias significativas entre vacas y yeguas en los muestreos de junio y agosto (medias de 99% y 90% de herbáceas en la dieta respectivamente), mientras que en octubre las yeguas seleccionaron significativamente más tojo (26%) que las vacas(13%). La digestibilidad de la dieta seleccionada por las vacas resultó siempre mayor que en las yeguas.
Las yeguas presentaron variaciones de peso más favorables que las vacas durante el global de las dos estaciones de pastoreo (317 vs. 90 g/día), lo que se debió a las ganancias algo mayores en verano y, sobre todo, a las menores pérdidas en otoño de las primeras.
En cuanto a las crías, los potros llegaron a ganar más peso que los terneros en el pastoreo de primavera (1152 vs. 1022 g/día), lo que en parte pudo ser debido a la mayor edad y desarrollo de los primeros al inicio del pastoreo (70 vs. 53 kg) y por tanto mayor experiencia y capacidad de ingestión para poder aprovechar el pasto de primavera. Sin embargo, en el verano las ganancias de los terneros superaron a las de los potros (943 vs. 646 g/día), mientras que no hubo diferencias en el otoño. En el global de la estación de pastoreo, las ganancias medias resultaron mayores en los terneros que en los potros (829 vs. 729 g/día), si bien las diferencias se dieron solo en uno de los dos años.

Tabla 1. Variaciones de peso vivo (PV) de vacas y yeguas en matorrales de brezal-tojal según la superficie de pasto mejorado disponible.

  
Tabla 2. Ganancias de peso vivo (PV) de terneros y potros en matorrales de brezal-tojal según la superficie de pasto mejorado disponible.

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