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Memoria SERIDA 2010

Detalle Actividad

Descripción del arándano

GARCÍA RUBIO, JC.

Como se ha indicado, el nombre científico es Vaccinium sp., perteneciente a la familia Ericaceae. Se trata de arbustos erectos o rastreros, con altura variable según la especie (0,3 a 7,0 m), de hojas alternas, caducas o perennes, y de una gran longevidad, pudiendo superar los 50 años en muchos casos.

A continuación nos vamos a referir básicamente a las dos especies que tienen más importancia para nuestra región, desde el punto de vista económico, V. corymbosum L. y V. ashei Reade. Ambas, muy similares en cuanto a su cultivo se refiere, están perfectamente adaptadas a las condiciones edafoclimáticas de Asturias.

V. ashei Reade. Es nativo del sureste de los Estados Unidos. Puede llegar a superar los 4 metros de altura; sus necesidades en horas-frío se sitúan entre 400 y 600 h/f. A diferencia de V. corymbosum, tolera mejor la sequía, pero es más sensible al exceso de humedad en el suelo; puede cultivarse en suelos con pH más alto y es más productivo, aunque el fruto es algo más pequeño. Organolépticamente tiene menor calidad, la piel más dura, pero posee una mejor conservación post-cosecha. Actualmente, su área de distribución se está expandiendo debido a su mayor tolerancia al pH del suelo, a su adaptación a distintas zonas climáticas, y a la aparición en el mercado de nuevas variedades, algunas de ellas bastante tardías que podrían alargar la cosecha hasta el mes de Octubre.

 

V. corymbosum L. Es originario de la costa este de América del Norte. Fue una de las primeras especies que, a principios de 1900, comenzó a domesticarse. Posee la mayor calidad de fruto, de ahí que sea con gran diferencia la más importante en cuanto a superficie cultivada. En condiciones de cultivo puede alcanzar una altura de 2,5 m. Para su mejoramiento genético se ha cruzado con otras especies con el fin de poder adaptar su cultivo a distintas zonas, sobre todo climáticas, habiéndose obtenido actualmente cultivares con requerimientos en horas frío que varían en un rango de 100 a 1.200 h/f.

Aunque existen algunas diferencias botánicas entre las especies V. ashei y V. corymbosum, a modo ilustrativo se describe la morfología de esta última.

Raíz: El sistema radical es superficial, situándose el 80% de éste en los primeros 40 cm, tiene raíces finas y fibrosas que se caracterizan por la ausencia de pelos absorbentes. Entre las raíces y la parte aérea se encuentra la corona, que tiene la capacidad de emitir brotes. En la mayoría de los casos se asocia de forma natural con una micorriza formando una simbiosis, traduciéndose ésta en un mayor desarrollo vegetativo. Es sensible al encharcamiento en suelos pesados.

Hojas: Simples, alternas, cortamente pediceladas, forma elíptico-lanceoladas de unos 5 cm de longitud, caducas, de un color verde pálido a muy intenso según cultivares, ligeramente dentadas y finamente nerviadas por el envés. Es típica la coloración rojiza que adquieren en el otoño.

Flores: Axilares o terminales, en racimos de 6 a 10 en cada yema, sépalos persistentes, corola acampanada blanca con tonos rosas en algunos cultivares, formada por 4-5 pétalos fusionados, 8 a 10 estambres con anteras aristadas o no, prolongadas en tubos terminales con una abertura en el ápice, un pistilo simple, ovario ínfero, de 4 a 10 lóculos. El número de yemas de flor que puede desarrollarse en una rama de un arbusto del grupo “highbush” parece estar relacionado con el grosor de la rama, con el cultivar, así como por la influencia de varios reguladores de crecimiento.

Fruto: Es una falsa baya esférica de 1 a 3 cm de diámetro, con un peso de 0,5 a 4,0 g y varias semillas en su interior, 20 a 100, cuyo número está relacionado de forma positiva con el tamaño del fruto. Los frutos, a medida que maduran, pasan por distintos grados de color, adquiriendo el tono azul característico al finalizar la maduración. A su vez, la epidermis del fruto está cubierta por secreciones cerosas, que le dan una terminación muy atractiva. Los frutos más cercanos a las ramas son más grandes que los distales, y su tamaño se ha relacionado también con el vigor de la rama, es decir, ramas más vigorosas generalmente producen frutos mayores. Además, los primeros frutos maduros de un cultivar a menudo son mayores que los que se recogen más tarde. Dos características comercialmente relevantes del fruto son: la cicatriz que queda al desprenderse el pedúnculo, que debe ser pequeña y seca a fin de dificultar la acción de los patógenos, y la firmeza, que está muy relacionada con el grosor de la epidermis.

 

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