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Memoria SERIDA 2010

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Requerimientos edafo-climáticos del arándano

GARCÍA RUBIO, JC.

Como se ha indicado, la acumulación de horas-frío es un factor determinante para decidir si el cultivo de arándanos puede producirse comercialmente en un área. No obstante, la oferta varietal que existe en la actualidad permite desarrollar cultivos de arándano en zonas climáticamente muy diferentes, como es el caso de las provincias españolas Huelva y Asturias.

El arándano puede llegar a soportar temperaturas muy bajas durante el invierno (-30ºC), no presentando grandes riesgos frente a heladas primaverales, debido a que su floración comienza a finales de marzo, según variedades, exposición y altitud sobre el nivel del mar.

Por otro lado, temperaturas altas, superiores a 28-30ºC, pueden afectar negativamente al fruto al ocasionar arrugamientos y quemaduras. Los vientos fuertes dominantes, sobre todo en los primeros años de vida de la planta, perjudican el crecimiento de ésta, provocando daños en el follaje, afectando a la floración y a la polinización por insectos. También ocasiona la caída de frutos y lesiones en éstos.

Por todo esto se puede deducir que la climatología de Asturias con inviernos suaves, pero con las unidades de frío suficientes, con temperaturas moderadas en veranos y una humedad relativa alta, reúne las condiciones óptimas para el cultivo de esta especie.

 

En cuanto a los suelos, estos deben ser de textura ligera, buen drenaje y abundante materia orgánica, superior al 3%, que permite mantener la retención de humedad necesaria para el óptimo desarrollo del sistema radical.

El pH del suelo es limitante para su cultivo, exigiendo valores ácidos, inferiores a 5,5, situándose el intervalo óptimo entre 4,5 y 5,5, (abundantes en nuestra región). El arándano del tipo "ojo de conejo" tolera suelos con pH ligeramente superiores.

Los suelos ricos en calcio no son recomendables para esta especie. Los mejores terrenos son los que están de praderas, sin restos de cultivos frutales o forestales, y sobre todo que no contengan herbicidas residuales, tipo Simazina. Con un manejo adecuado puede ampliarse la zona de cultivo del arándano. El avance en las técnicas de cultivo ha contribuido a este aspecto, por ejemplo, el uso de la fertirrigación.
 

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