Los sistemas agrosilvopastorales adehesados de aprovechamiento mixto (pomaradas, dehesas, olivaresY), que fueron emblemáticos de los paisajes de Europa durante varios siglos, han cedido su lugar en algunas regiones a sistemas agrícolas intensivos disociados, con los árboles separados de los cultivos y las praderas.

No obstante, con el tiempo, los sistemas intensivos han resultado ser grandes consumidores de agua, de abonos minerales y sobre todo dependientes de un mantenimiento intenso y minucioso, y de una protección fitosanitaria importante.

Como contrapunto, los sistemas extensivos se han dotado de un aura de durabilidad.

Actualmente, entre la opinión pública coexisten dos conceptos:

-Por un lado, los sistemas "modernos", cuantitativamente más productivos pero con unos costes de producción más altos y con serias limitaciones ecológicas.

-Por otro lado, los sistemas "tradicionales", menos productivos pero con costes bajos y más maduros y equilibrados desde el punto de vista ecológico.

Para arrojar luz a esta situación y comprender mejor el funcionamiento, las ventajas y dificultades de estos sistemas mixtos adehesados, once interlocutores de Francia, España y Portugal, decidieron en 2003 intercambiar sus trabajos y los conocimientos adquiridos en cada una de las regiones respectivas sobre estos ECOVERGERS, con la puesta en marcha de un proyecto en el marco del programa europeo transnacional INTERREG IIIB.

El SERIDA, la Coordinadora Asturiana de Agricultura Ecológica (CADAE) y la Mancomunidad de la Comarca de la Sidra (MANCOSI), junto con la Fundación Global Nature fueron los socios españoles del proyecto.

Los agrosistemas: pumarada, castañéu, dehesa, montado u olivar entre otros poseen verdaderas fortalezas agronómicas, económicas, ecológicas, paisajísticas y culturales.

En efecto, los ECOVERGERS se caracterizan por su carácter multifuncional y la vinculación del carácter productivo con otras funciones que se le reconocen a una agricultura durable. Entre otras cosas, permiten el mantenimiento de una agricultura productiva en terrenos poco fértiles y/o frágiles, sometidos a menudo a limitaciones climáticas y de relieve importantes.

Precisamente, el que hayan sobrevivido a los últimos treinta años de intensificación y de especialización agrícola, demuestra que pueden adaptarse y adoptar todo lo bueno que ofrece la modernidad, evitando el uso de productos problemáticos, como pesticidas, abonos químicos de síntesisY, y favoreciendo la conservación de los recursos naturales, la diversificación de los paisajes y las producciones, así como las posibilidades de integración del desarrollo en el medio rural.

En numerosas regiones constituyen más que una posibilidad: son un modelo, una fuente de inspiración para una agricultura diferente, más sostenible.

Fotografías cortesía de Marcos Miñarro.

¿Qué es un “ecoverger”?

Llamamos ECOVERGER a todas las formaciones arboladas "cultivadas" extensivas, tradicionales, familiares que no han adoptado el giro uniformizador de la arboricultura intensiva.

A menudo están constituidos por una mezcla de variedades tradicionales que son resultado de la adaptación a distintos terrenos, con árboles que tienen tiempo de crecer antes de producir. Generalmente, comparten el espacio con praderas, zonas de pasto para el ganado e incluso cultivos.

Los sistemas extensivos no ofrecen rendimientos comparables a los intensivos (fructificación más lenta y producción de frutos más escasa). Pero el ahorro que se logra en la plantación, los abonos, los pesticidas y el mantenimiento, compensa en parte la menor productividad. A ello se añaden los ingresos que se obtienen con las cosechas, la carne, la leche, la leña, el corchoY No debemos olvidar tampoco los beneficios indirectos que generan estos sistemas de insumos bajos y cargas escasas, aunque hoy en día están insuficientemente contabilizadas, en cuanto a mejora de la calidad del medio ambiente, la biodiversidad, el embellecimiento de los paisajes...

Fotografías cortesía de Marcos Miñarro.

Defectos de sus cualidades

Al mantener en territorios frágiles actividades agrícolas, al perpetuar conocimientos colectivos, los ecovergers crean valor añadido, económico, medioambiental, cultural y social. )Cabe decir por ello que son totalmente perfectos? No. Porque los ecovergers poseen algunas limitaciones.

Los agricultores deben reunir múltiples competencias técnicas sobre: poda y renovación de los árboles, valorización de las cubiertas vegetales herbáceas, gestión de los rebaños.

Los ecovergers suponen a veces mucho esfuerzo sin resultados garantizados, ya que la calidad no siempre recibe su recompensa mediante un precio justo, sobre todo si los sectores de transformación y comercialización no están suficientemente estructurados. Y agrava lo anterior el modesto o inadecuado apoyo que reciben de las políticas agrarias europeas y nacionales, aunque dichas políticas están cambiando y reconocen cada vez más el valor de los sistemas agrarios multifuncionales. A pesar de la falta de reconocimiento de estos agrosistemas, las múltiples iniciativas que están surgiendo a día de hoy muestran que los ecovergers pueden dar un contenido concreto a una agricultura más sostenible que produce bienes y servicios en armonía con las potencialidades que ofrecen los territorios y las expectativas de la sociedad y de muchos de sus agricultores.

Desarrollo de un modelo ECOVERGER 21

Se ha trabajado en los últimos años en el desarrollo de modelos, como las plantaciones semiextensivas o semiintensivas de manzano en eje, que se han concebido como un modelo intermedio que trata de integrar las ventajas de una pumarada tradicional extensiva y mejoras técnicas que conducen a una mayor eficacia productiva, partiendo de la utilización de variedades tradicionales seleccionadas por su resistencia y elevado interés agronómico y tecnológico, que facilitan el cultivo ecológico y aseguran un buen rendimiento productivo. Además, mediante la puesta en marcha de marcas de calidad como la "Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias" y la "Denominación Producción Ecológica" se puede lograr una mayor rentabilidad económica y revalorización de los productos obtenidos.

Fotografías cortesía de Marcos Miñarro.

Principales acciones llevadas a cabo en el proyecto:

• Un balance de la situación: tipología de los sistemas, puntos fuertes y puntos débiles en cada una de las regiones implicadas.
• Un inventario de los modos de gestión, las limitaciones técnicas, las condiciones de trabajo de los agricultores y los beneficios medioambientales.

• Un análisis técnico económico, social y agroambiental, siguiendo un método de evaluación común en los tres países, en 16 explotaciones de referencia.

• Un censo de los productos transformados, de las técnicas de elaboración y de las vías de comercialización.

• Una identificación de las iniciativas culturales, festivas y turísticas que existen en torno a estos elementos patrimoniales, y proyectos en curso.

• Un análisis comparativo de las políticas públicas de apoyo que se hayan movilizado en cada región.

• Una serie de propuestas concretas para garantizar el futuro de estos sistemas. Entre ellas, a nivel regional, se ha puesto en marcha un proyecto PRODER II REPLANTA sobre recuperación y revalorización de los cultivos frutales tradicionales en la Comarca de la Sidra.

El proyecto ECOVERGER se llevó a cabo entre junio de 2003 y noviembre de 2005, concluyendo con la reciente elaboración de un documento ver (www.serida,org) donde se analizan estos sistemas y se recogen las conclusiones surgidas del trabajo de los 11 socios durante los dos años y medio que duró el proyecto.

ECOVERGER se ejecutó con la financiación de la Unión Europea.