Publicaciones SERIDA
Plagas y enfermedades del castaño
Germán González Varela. Laboratorio de Fitopatología. Área de Cultivos Hortofrutícolas y Forestales. ggonzalez@serida.org
Ana J. González Fernández. Laboratorio de Fitopatología. Área de Cultivos Hortofrutícolas y Forestales. anagf@serida.org
El castaño puede verse seriamente afectado por diferentes plagas y enfermedades que disminuyen sus producciones de madera o fruto.
El castaño ( Castanea sativa, Mill) es una frondosa muy apreciada por su importancia paisajística y socio-económica. En el Principado de Asturias hay 59.822 ha de castaño de las que se obtuvo, en el año 2000, una producción de madera de 79.150 m3, que representó un total de 4.481,1 miles de euros (SADEI, 2008). Esta especie ve mermada sus producciones de madera o fruto tanto por plagas como por enfermedades.
Plagas
En general, cuando una especie animal produce daños económicos al hombre, ya sea en sus cultivos, propiedades, etc, se denomina plaga. Las plagas que afectan al castaño, en su mayoría, son insectos que afectan al follaje, a la madera, y a los frutos, y su incidencia puede ser mayor o menor en función de la climatología y condiciones de la zona.
A continuación se describen brevemente las que se han considerado más importantes en el Principado de Asturias:
Pammene fasciana
Este lepidóptero se conoce como el tortrícido precoz de
la castaña. En estado adulto puede llegar a alcanzar los 17 mm de envergadura,
presenta una coloración viva con fondo gris-plomizo y una característica mancha
de color marfil (Fotografía 1a). Las larvas tienen un tamaño que oscila entre
1,5-13 mm según van desarrollando los diferentes estadios larvarios; son de
color blanquecino y van evolucionando a rosado al final de su desarrollo,
presentan una cabeza marrón pálido y son características las verrugas marrones
en cada uno de los anillos y el peine anal (Fotografía 1b).

Fotografía
1a.-Adulto de Pammene fasciana.
Photo©Ian Kimber. (http://ukmoths.org.uk).

Fotografía
1b.-Larva de Pammene fasciana.
Photo©Ben Smart. (http://ukmoths.org)
Las hembras de esta especie realizan la puesta en las hojas próximas a los frutos; al eclosionar los huevos salen las larvas, que se van alimentando de las hojas hasta que llegan a los frutos jóvenes que son su verdadera fuente de alimento. Su actividad queda reflejada en los excrementos que arrojan al exterior a través del orificio de penetración. Los erizos afectados caen al suelo y el daño puede quedar enmascarado con la caída fisiológica del árbol. La crisálida no cae al suelo y forma los capullos en las ramas y el tronco.
Cydia splendana
Es otro lepidóptero tortrícido que en estado adulto
puede llegar a alcanzar una envergadura de 22 mm; la coloración de la forma
típica es gris ceniza o gris marrón en las alas anteriores (Fotografía 2a).

Fotografía
2a.-Adulto de Cydia splendana.
Photo©Ian Kimber. (http://ukmoths.org.uk)
Presenta cinco estadios larvarios y el tamaño de las
larvas va desde los 1,5 mm en los primeros a los 15 mm en los últimos; tienen
una coloración blanco cremosa y la cabeza de color marrón amarillento
(Fotografía 2b).

Fotografía 2b.-Larva de Cydia splendana. Photo©Marcos Miñarro.
Las hembras de esta especie también realizan las puestas en las hojas pero, a diferencia de la especie anterior, al eclosionar los huevos las larvas no se alimentan de ellas y pasan a atacar directamente al fruto. Al no expulsar los excrementos al exterior la castaña está aparentemente sana, hasta que en otoño, la oruga practica un orificio para salir a formar la crisálida en el suelo. Esta especie puede llegar a producir daños importantes en los frutos ya maduros.
Cydia fagiglandana
Es otro lepidóptero tortrícido que puede llegar a
alcanzar en su estado adulto una envergadura de 19 mm; la coloración de estos
individuos es pardo rojiza o anaranjada y las alas anteriores se asemejan a una
espina de pescado (Fotografía 3). Las larvas de esta especie son de color rosado
vivo y tienen la cabeza marrón pálido. Las hembras realizan la puesta en las
bases de los erizos o en el envés de las hojas y una vez eclosionados los
huevos, las larvas penetran en los frutos y van formando galerías en su
interior. Al igual que las anteriores realiza su crisálida en el suelo.

Fotografía 3.-Adulto de Cydia fagiglandana. Photo©Charles Fletcher. (http: //ukmoths.org.uk).
Balaninus elephas
Es un curculiónido conocido como gorgojo de las
castañas. Los adultos pueden llegar a alcanzar los 10 mm de envergadura sin
contar su característico rostro y presentan una coloración gris amarillenta y el
mencionado pico o rostro (Fotografía 4a).

Fotografía
4a.-Adulto de Balaninus elephas.
Photo©Claude Galand. (http://www.entomart.be).
Las larvas son de color blanco, ápodas, de aspecto carnoso y con una característica forma de " C " (Fotografía 4b). Evolucionan en cuatro estadios larvarios y el tamaño oscila entre 7 y 12 mm. Las puestas son introducidas por la hembra en el propio fruto y generalmente la hembra hace una sola puesta por fruto, aunque varias hembras pueden hacerla en un mismo fruto. Pasan el invierno en el suelo y pupan al año siguiente. Si se produce el ataque de esta especie junto con C. splendana las
pérdidas en la producción de fruto pueden ser importantes.

Fotografía 4b.-Larva de Balaninus elephas. Photo©Marcos Miñarro.
Zeuzera pyrina
Este lepidóptero de la familia cossidae puede llegar a alcanzar los 70 mm de
envergadura en estado adulto, presenta una coloración blanco plateada con
manchas negras y azul metálico sobre las alas (Fotografía 5). Las larvas son de
un color amarillento, con puntos negros en sus anillos y con la cabeza también
de color negro; pueden llegar a alcanzar los 60 mm de longitud en su último
estadio. Cabe destacar que los mayores daños que produce este cósido son
mecánicos y se presentan, principalmente, en viveros, donde afectan gravemente a
plantas jóvenes que tengan alrededor de 1 cm de diámetro. En árboles de 8 a 10
años de edad pueden provocar la rotura de ramas al quedar debilitadas por las
galerías que realizan las larvas en ellas.

Fotografía
5.-Adulto de Zeuzera pyrina. Photo©Paul
Harris. (http://ukmoths.org.uk).
Lymantria dispar
Este lepidóptero también se conoce como lagarta peluda.
Las hembras de esta especie presentan un cuerpo piloso de gran envergadura que
puede llegar a los 65 mm, con una coloración blanca y manchas en zig-zag. El
macho adulto presenta un aspecto diferente, de menor tamaño que la hembra (40 mm
de envergadura), coloración amarillo marrón y también con manchas negras en
zig-zag (Fotografía 6a).

Fotografía
6a.-Macho adulto de Lymantria dispar.
Photo©Ian Kimber. (http://ukmoths.org.uk).
Las larvas presentan un color dominante negro en las
primeras fases de desarrollo, que pasa a gris amarillento en los restantes; su
longitud se sitúa entre 3-70 mm, según el estadio en que se encuentran y se
caracterizan por la presencia de largos pelos, motivo por el cual reciben el
nombre vulgar (Fotografía 6b). Otra característica de esta especie son las
puestas de las hembras en forma de plastones. Es una plaga polífaga que puede
causar daños a la mayor parte de los árboles y arbustos forestales y frutales.
Si se producen ataques intensos, los montes quedan completamente defoliados.

Fotografía
6b.-Larva de Lymantria dispar.
Photo©David Green. (http://ukmoths.org.uk).
Sobre el control de las plagas citadas, se puede decir que:
- No hay tratamientos químicos autorizados en España para su uso como insecticidas en castaño, aunque hay materias activas que pueden dar buenos resultados y que están siendo utilizadas en otros países.
- Además, en masas de castaño de aprovechamiento forestal y de difícil accesibilidad, típicas del territorio asturiano, sería muy complicado realizar tratamientos químicos.
- En el caso de las orugas de fruto, se pueden utilizar feromonas para seguir el vuelo de los adultos y actuar en el momento adecuado.
- En el caso de los barrenadores se puede actuar, igual que antes, en los picos de vuelo o sobre las galerías, de manera manual.
- Estas sustancias también se pueden utilizar en el sistema de lucha conocido como método de confusión sexual.
- Para las plagas que forman la crisálida en el suelo, se reduciría el número de individuos de las próximas generaciones retirando los frutos afectados y también usando redes de una luz muy fina que evitasen la llegada de la oruga al suelo.
Enfermedades
Entendemos por enfermedad, el proceso causado por un microorganismo, que se desarrolla en el tiempo, produciendo síntomas y daños que perjudican los intereses del hombre. Los agentes causales de las enfermedades pertenecen a varios grupos de organismos distintos siendo los más importantes: hongos, bacterias y virus. Las enfermedades que más frecuentemente afectan al castaño son producidas por hongos y pueden afectar a las hojas, a la madera y a la raíz.
Micosphaerella maculiformis
Este hongo ascomiceto tiene como huéspedes a las frondosas en general y especialmente al roble y el castaño. En este último es el responsable de la enfermedad conocida como antracnosis del castaño.
Los síntomas de la enfermedad son manchas parduzcas que
principalmente aparecen en las hojas (Fotografía 7), y más raramente puede
afectar a los peciolos, los pedúnculos y a los erizos. Suelen ser daños de
escasa importancia, aunque si se dan las condiciones climáticas favorables para
el desarrollo del hongo pueden llegar a producir defoliaciones prematuras. En la
bibliografía hay algunos tratamientos químicos que se pueden utilizar para
luchar contra la enfermedad, aunque la retirada y quema del follaje suelen ser
suficientes para reducir la cantidad de inóculo y mantenerla controlada.

Fotografía 7.-Detalle de las manchas producidas por Micosphaerella maculiformis.
Cryphonectria parasitica
Es el causante de la enfermedad conocida como chancro
del castaño, fue descrita por primera vez en España en la década de los 40. En
la actualidad es la enfermedad más devastadora que afecta a los castañares del
Principado de Asturias, y está muy extendida en los concejos de la zona
centro-oriental. En la zona occidental, aunque se ha encontrado chancro, no es
tan frecuente dentro de las masas boscosas y en algunos concejos no se ha
detectado o aparece de forma puntual. Los síntomas más característicos son:
marchitamiento y amarilleo del follaje de las ramas afectadas seguido del secado
de las mismas (Fotografía 8a), hinchamiento y formación de grietas
longitudinales en la corteza que adquiere tonalidades rojizo-anaranjadas
(Fotografía 8b), proliferación de brotes epicórnicos por debajo del chancro
(Fotografía 8c) y la presencia del micelio del hongo debajo de la corteza
(Fotografía 8d).

Fotografía 8a.-Imagen de un castaño con ramas secas típicas de un ataque de Cryphonectria parasitica.

Fotografía 8b.-Corteza de un castaño afectado por Cryphonectria parasitica, en el que se observan las coloraciones y grietas típicas.

Fotografía 8c.-Proliferación de brotes epicórnicos por debajo del chancro.

Fotografía 8d.-Detalle del crecimiento del micelio de Cryphonectria parasitica por debajo de la corteza.
Por otro lado, al aislar el hongo de algunos chancros en los que la enfermedad parecía estar remitiendo, se encontraron cepas afectadas por un virus que les confería unas características especiales entre las que destacaba su atenuada virulencia; a estas cepas se las denominó hipovirulentas (cepas hv).
Para intentar controlar esta enfermedad el método más extendido es el uso de estas cepas hv, con el fin de propagar el virus entre la población del hongo que esté afectando a los castaños de una zona concreta.
Para la propagación de este virus entre unas cepas y otras es necesario que estas pertenezcan al mismo grupo de compatibilidad vegetativa (GCV), por lo tanto, cuanto menor número de GCV haya en una zona mayor probabilidad habrá de transmisión del virus. En este sentido, desde el Laboratorio de Fitopatología del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA), se está realizando un muestreo por todo el Principado de Asturias para conocer la variabilidad del hongo y localizar cepas hv que puedan ser susceptibles de usarse para el control biológico de la enfermedad.
Otro método de control en el que también se está trabajando es la lucha química y, actualmente, se está realizando un ensayo, sobre planta de castaño en maceta y bajo cubierta, con una serie de productos fitosanitarios que han mostrado una excelente eficacia contra el hongo in vitro . Puesto que el hongo necesita la presencia de heridas en la corteza para iniciar el ataque, las medidas culturales que ayudan a reducir la cantidad de inóculo y, por consiguiente, la propagación de la enfermedad son: evitar hacer heridas a los árboles (si estas se producen favorecer su cicatrización) y retirar y quemar posteriormente el material infectado.
Phytophthora cinnamomi
Este hongo causa la
enfermedad conocida como tinta del castaño, que es la enfermedad radicular más
importante que afecta a esta frondosa. Los síntomas de la enfermedad son:
pudrición del sistema radicular, amarilleo de las hojas, secado de la punta de
las ramas y aborto de los frutos (Fotografías 9a y 9b). Además, las raíces
aparecen ennegrecidas si se elimina su corteza.

Fotografía
9a.-Imagen de un castaño con
defoliación causada por la muerte de las raíces atacadas por Phytophthora
cinnamomi. Photo©Carlos Colinas. (http://labpatfor.udl.es/colinas.html)

Fotografía
9b.-Tronco con necrosis. Photo©Carlos
Colinas. (http://labpatfor.udl.es/colinas.htm)
En la bibliografía consultada se recogen una serie de materias activas que pueden usarse para el control de la enfermedad y también se propone el uso de variedades de castaño resistentes.
Armillaria mellea
Este hongo basidiomiceto puede causar pudriciones radiculares en diferentes especies de leñosas.
Los síntomas de la enfermedad son: decaimiento, pérdida
de vigor y clorosis generalizada del árbol, caída prematura de hojas,
podredumbre húmeda del sistema radicular, placas de micelio del hongo nacaradas
y presencia de los carpóforos (setas) en el otoño en la base del tronco o en los
tocones muertos (Fotografías 10a y 10b).

Foto
10a.-Fructificación de Armillaria mellea en
la base de un árbol atacado. Photo©Carlos Colinas. (http://labpatfor.udl.es/colinas.html).

Foto
10b.-Detalle de los esporocarpos de
Armillaria mellea. Photo©Carlos Colinas. (http://labpatfor.udl.es/colinas.html).
En la bibliografía consultada se propone algún producto con cierto efecto preventivo sobre la enfermedad.
Agradecimientos
A la Caja Rural de Asturias, que está financiando el estudio del chancro del castaño en Asturias. Al Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Agroalimentaria por la financiación de una beca predoctoral y a todos los autores que nos cedieron fotografías para este artículo.
Bibliografía
Álvarez P. et al. Manual de selvicultura del Castaño en Galicia. http://www.agrobyte.com/agrobyte/publicaciones/castano/indice.html (consulta 4 de junio de 2007).
Cobos , P. 1989. Fitopatología del Castaño ( Castanea sativa Miller). Bol. San. Veg. Fuera de Serie, 16: 129 Págs.
González-Varela, G. y González, A. J. 2007. In vitro sensitivity of Cryphonectria parasitica to six agrochemicals. Australasian Plant Disease Notes, N º 2: 109-110.
González-Varela, G. y González, A. J 2006. El chancro del castaño en Asturias. Tecnología Agroalimentaria. Boletín Informativo del SERIDA. N º 3: 45-47.
Mansilla, P.; Pérez, R. y Pintos, C. Plagas y enfermedades que dañan al castaño. Fruticultura profesional. N º 107: 43-52Ficha Bibliográfica | |
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Título | Plagas y enfermedades del castaño |
Autor/es | Germán González Varela. Laboratorio de Fitopatología. Área de Cultivos Hortofrutícolas y Forestales. ggonzalez@serida.org Ana J. González Fernández. Laboratorio de Fitopatología. Área de Cultivos Hortofrutícolas y Forestales. anagf@serida.org |
Año Publicación | 2008 |
Área | |
Revista/Serie | Tecnología Agroalimentaria |
Referencia | Nº 5. pp. 37-42 |
Formato | |
Depósito Legal | AS-2617/1995 |
ISSN | 1135-6030 |
ISBN | |
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